Divertido, ilustrativo y muy educativo. ¿Cómo sería visitar la antigua Roma con una guía de turismo de la actualidad? Está es la pregunta con la que se inicia este divertido texto que repasa los retos y desavenencias que debía afrontar un viajero de la antigüedad para conocer la siempre muy visitada ciudad eterna.
Roma, quizá la ciudad más importante en la historia de la cultura occidental, siempre ha sido un foco de atracción turística. Ya en la época de los césares, muchos viajeros se hacía a los caminos para visitar y conocer la, por entonces, capital del mundo conocido. No faltaban razones para hacerlo, pero así como grandes y sorprendentes monumentos, un viajero podría encontrarse con una ciudad agresiva y bastante prejuiciosa.
Hoy en día, los turistas contamos con cientos de guías e informaciones que recopilemos antes de ir a un lugar. A modo de ese tipo de publicaciones, Philip Matysak ha elaborado esta divertida guía que repasa y aconseja al viajero de la antigüedad todas las cosas que debe saber sobre Roma.
Desde la llegada a través de la famosísima vía Appia y pasando por los lugares «más o menos seguros» en donde uno podría hospedarse, el texto ahonda en consejos y recomendaciones de donde comprar, qué visitar, cuáles son las costumbres romanas y, sobre todo, qué hacer para no ser considerado una amenaza en esta ciudad tan supersticiosa como grande e importante.
El libro tiene un lenguaje muy ameno, que sin duda hace recordar a las guías de viajeros de hoy. Contextualiza al viajero durante la época de la dinastía de los antoninos (la mejor y más grande de la historia de Roma) y brinda datos del pasado y futuro de la ciudad.
Sin lugar a dudas un libro sencillo de leer, bastante simpático y recomendable para adentrarnos en esa Roma de a pie, del pueblo, más allá de las hazañas, desgracias y entuertos políticos que tuvieron sus líderes.
LA CITA
«El término amictia es frecuentemente traducido como «amistad», pero el filósofo Séneca se acerca más a la verdad con su definición: «servicio mutuo». La amictia supone intercambiar favores y regalos con un amicus (que es un término medio entre amigo y contacto útil). La sociedad romana está compuesta por redes de «amistad» interrelacionadas, y estos favores (beneficia) son la moneda social de curso social en Roma.»
Vida Social. Capítulo IV – Dando una vuelta. P. 67
Contexto: Se trata de explicar, para que el viajero lo tenga muy en cuenta, que en Roma existe un sistema de relaciones sociales basados en el clientelaje. ¿Cuantos favores se hacen por cuantos favores futuros se pueden recibir a la persona a la que inicialmente se presta ese favor? En términos actuales eso puede resultar de una perspectiva utilitaria, pero era la forma de relaciones sociales que se tenía en vigencia en Roma y que además permitía que funcione sin cuerpo policial al interior de la ciudad y con un sistema de justicia basado en la propia iniciativa tanto para denunciar como para defenderse de una acusación.
DATOS EDITORIALES
- Título original: Acient Rome in Five Denarii a Day.
- Autor: Philip Matyszack
- Año: 2007
- Traducción: David Govantes
OTROS ENLACES
- Philip Matyzak en Wikipedia
- Artículo de recomendación en blog Arcana Mundi
- Libro disponible en PDF
- Libro disponible en EPUB
Escrito por: Jherson Rubén García Danós