Sorpresivo y esclarecedor. Con una sencilla redacción, este libro explora las opiniones y motivaciones que llevaron a cientos de jóvenes peruanos en las décadas de 1970 y 1980 a ser parte del grupo terrorista Sendero Luminoso y entrar como partícipes del proceso más sanguinario y violento que ha vivido la Historia del Perú.
Por: Jherson Rubén García Danós
Algunas de las grandes preguntas de las ciencias sociales en el Perú de hoy giran en torno a la violencia que se vivió en el país en los años 80 y 90. Una realidad brutal que empujó a la sociedad peruana a una espiral de asesinatos, orfandad y desprecio por la vida del otro a un nivel superlativo. ¿Qué propicio que cientos de jóvenes decidieran rechazar la alegría propia de su edad para abrazar un discurso que les exigía sacrificar hasta la vida en favor de la revolución mundial?
Sobre esta pregunta es que gira la investigación del antropólogo peruano Dynnik Asencios. Durante casi 7 años, buscó y realizó entrevistas a treinta (30) personas que fueron integrantes de las filas de Sendero Luminoso y cuyos ingresos se dieron, en promedio, a los 18 años de edad. Uno de los puntos interesantes es la diversidad de personas que participaron de los cuestionarios. No solo en temas de género sino también del momento en el que se incorporaron a la facción terrorista.
Si bien es conocido que la presencia del autodenominado Partido Comunista del Perú (para nosotros Sendero Luminoso o PCP-SL) y su discurso de violencia se hace presente en la sociedad peruana desde de los años 70, no es sino en 1980 cuando se proclama el inicio de la lucha armada; es decir, el esfuerzo de tomar el poder de forma violenta, según las directrices del marxismo-leninismo-maoísmo y al cual, en los siguientes años, se adicionará el “pensamiento Gonzalo”, en referencia a la interpretación que hiciera su líder sobre el supuesto contexto revolucionario que existía en el Perú.
Los jóvenes entrevistados por Asencios muestran que esa diferencia en la escala de violencia resultó fundamental. Los que ingresaron antes del inicio de las acciones armadas presentaron un componente ideológico más fuerte. Habían sido personas en busca de una interpretación de la realidad desigual del Perú y que encontraron en el discurso senderista una convicción y coherencia inexistente en otros grupos de izquierda. Esto les permitió participar de un componente formativo e ideológico crucial a la hora de involucrarse en la llamada lucha armada.
Por otro lado, mientras la supuesta “guerra popular” se iba desarrollando, y las acciones terroristas consumían y necesitaban más recursos humanos, las procesos formativos de los nuevos cuadros adolecieron de ese componente ideológico. De estar aún presentes, aunque con menor importancia, hacia 1985, pasaron a ser casi inexistentes para 1992, año de la caída de Abimael Guzman, el líder máximo de la facción. Esto provocó tener como mandos medios a jóvenes con muy poca formación ideológica y escasa experiencia real en las labores del partido, y quiénes únicamente ocuparon posiciones de mando debido a su ímpetu y el tiempo que podían dedicarle a la causa.
A ello se va a sumar el claro error estratégico de la grupo terrorista. La famosa declaración de haber alcanzado el “equilibrio estratégico” que, en buena cuenta, significaba la pretensión de Sendero de haber alcanzado el equiparidad de fuerzas con el Estado peruano. Este supuesto equilibrio causó un triunfalismo entre los integrantes de la facción que fueron dejando de lado la disciplina y clandestinidad que tanto había ayudado a la expansión del movimiento. Esto fue reforzando, inconscientemente, por los medios de comunicación nacional que daban como próxima la toma del poder por parte de los comunistas.
Es por demás interesante conocer los testimonios de los jóvenes y reconocer las diferencias entre ellos para decidir involucrarse en este camino de violencia descarnada contra el Estado peruano. Incluso existe un apartado destinado a la maternidad relegada que pudieron percibir las mujeres partícipes del movimiento.
En conclusión, el estudio de Asencios nos permite comprender mejor una realidad que le destruyó la vida y sueños a cientos de peruanos pero que, a su vez, se basó inequívocamente en un contexto de real injusticia social que vivía (¿vive?) el país hacia los años 80 y 90.
El libro es una oportunidad clara de reflexión que humaniza, pero no exculpa, a los integrantes del grupo terrorista más sanguinario de la historia peruana y permite entender contextos y circunstancias individuales de esta pequeña pero interesante muestra de una juventud que decidió entregar su vida por una causa tan polémica como violenta.
LA CITA
“Cabe preguntarse: ¿cómo es que la organización, teniendo miembros de base débilmente ideologizados y politizados, logró desenvolver una guerra que llevó a sentir en ciertos sectores de la sociedad nacional la inevitabilidad del triunfo de los insurgentes? Lo que planteamos es que las reuniones de estudio no fueron el único y exclusivo mecanismo para la formación ideológica de sus integrantes, sino que hubo otros mecanismos indirectos de capacitación. Las particularidades del PCP-SL, construidas a partir de un discurso totalizador y conformado por símbolos, prácticas políticas y militares, y la realización de rituales de conmemoración y celebración de fechas partidarias, que fueron construidas con el transcurrir de los años, permitieron crear un imaginario social senderista y cumplir un rol de vital importancia precisamente cuando las construcciones fueron dejadas de lado.”
Capítulo 3. Los hombres y mujeres del PCP-SL en Lima y la politización de las prácticas políticas.
Contexto: El autor trabaja una hipótesis acerca de cómo pudo ser el trabajo durante los mediados de la llamada guerra popular. Con un Sendero que perdía por muerte o prisión a sus líderes ideológicos y políticos más fuertes y tenía que reemplazarlos por jóvenes con los cuáles no se había tenido un trabajo partidario más allá de unos cuantas reuniones de carácter educativo.
DATOS DE LA PUBLICACIÓN ORIGINAL
- Título del libro: La ciudad acorralada. Jóvenes y Sendero Luminoso en Lima de los años 80 y 90.
- Autor: Dynnik Asencios.
- Edición: Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 2016.
ENLACES DEL LIBRO
OTROS ENLACES
- Artículo de José Luis Rénique sobre el libro en la web Ojo Público
- Entrevista al autor para TV Perú
- Conferencia de presentación de libro
- Dynnik Asencios en la web del IEP