El señor de los anillos: el retorno del Rey. – J.R.R. Tolkien

Esperanzador e inspirador. La tercera y última parte de la más grande historia de fantasía del siglo XX nos regala un desenlace cargado de epicidad y heroísmo. Las historias de amistad y entrega hacia la causa encuentra en las últimas páginas de la obra de Tolkien un final espectacular.

Por: Jherson Rubén García Danós

Es difícil para nosotros pensar en que El señor de los anillos es un libro único. Que la división en tres partes fuera un tema editorial antes que una decisión del autor. Sin embargo, esta característica ha permitido una serie de formas de lectura que enriquecen el disfrute de esta epopeya fantástica del siglo XX.

Dividir la lectura de cada uno de los volúmenes de forma aislada permite denotar de forma concreta como se dibuja la historia en tres tiempos distintos. Mientras que La comunidad del anillo inicia con la emoción por ser parte de una difícil e importante misión pero que cae en la contradicción y desesperación al denotar lo difícil que resulta llevarla a cabo; Las dos torres, por su parte, reclama la profundización de esa contradicción en el interior mismo de cada uno de los personajes, clavándose de forma insistente más en sus miedos más escondidos. El retorno del rey, en cambio, dibuja la superación de aquel miedo en virtud de la motivación y empuje de los amigos. Ya no importa seguir adelante por uno mismo, sino, únicamente por aquellos que aún confían y creen en ti.

Como es de imaginar, siempre resulta increíble pensar que una sola persona tuviera una imaginación tan fructífera como para crear un universo tan diverso y ricamente detallado como lo es la Tierra Media de Tolkien. Pero no es ello lo único que hace impresionante a esta historia, sino el uso de la fantasía para crear una fábula de la vida tan impactante como transportable al mundo real.

Tan solo al iniciar esta tercera parte de la historia del anillo único, uno se da cuenta que los protagonistas están psicológicamente preparados para enfrentar la parte final de su viaje. Una travesía que no resulta ser solo física, del viaje inconmensurable muy lejos de casa; sino, mental y psicológica. Cada uno de los personajes va descubriendo de forma personal cuánto ha cambiado debido a las peripecias y sufrimientos enfrentados y cómo ello los ha tornado más valientes y juiciosos. Como fichas en un juego, cada uno va tomando su posición, afirmándose y preparándose para cumplir con su cometido. Pero no hacen esto por voluntad propia. No desean estar ahí, quieren huir, correr, esconderse, desaparecer de la historia; pero a su vez, saben que sus seres amados están luchando desde otra parte del tablero y que confían en que ellos puedan cumplir con su parte en la misión. Solo el conjunto de voluntades logrará el éxito. Los protagonistas lo saben y están dispuestos a morir por esa causa.

Los valores de amistad, valor y entrega desinteresada son transversales a todos los miembros de la Comunidad del Anillo. Son ellos los que inspiran al resto de personajes a confiar en que la victoria es posible, muy a pesar de que la lógica señala como fracaso el hecho de enviar a dos seres, aparentemente, insignificantes a destruir el artefacto más poderoso del mundo en los dominios mismos de su enemigo. Y lo consiguen. De eso trata la historia de este viaje.

Es curioso pensar que las películas de Peter Jackson hayan hecho tanto por la obra de Tolkien; pero, a su vez, obviaran la última parte de la historia. Fue una decisión sensata en términos de producción cinematográfica [la película de El retorno del rey ya bordea las 4 horas], pero se perdió ese momento único llamado “El saneamiento de La Comarca”. Un capítulo espectacular en donde nuestros cuatro hobbits demuestran realmente cómo los cambio la travesía de su vida. La real conclusión del mito.

Cada página de la obra de Tolkien siempre resulta reconfortante. Una experiencia sublime más cercana al mundo real de lo que realmente parece. Una lectura obligatoria cada ciertos años, cuyo valor trasciende el tiempo y al cual cada relectura siempre resultará novedosamente reconfortante.

LA CITA

“En aquella hora de prueba fue sobre todo el amor a Frodo lo que le ayudó a mantenerse firme; y además conservaba, en lo más hondo de sí mismo, el indomable sentido común de los hobbits: sabía que no estaba hecho para llevar una carga semejante aún en el caso de que aquellas visiones de grandeza no fueran solo un señuelo. El pequeño jardín de un jardinero libre era lo único que respondía a los gustos y a las necesidades de Sam; no un jardín agigantado hasta las dimensiones de un reino; el trabajo de sus propias manos, no las manos de otros bajo sus órdenes”

Libro sexto. 1. La torre de Cirith Ungol.

Contexto: Sam ingresa al lugar en donde tienen secuestrado a Frodo. Lleva el anillo único en su cuello y siente la tentación de usarlo y autonombrarse como el héroe que destruye a todos los enemigos, pero reacciona. Sabe que es la tentación del artefacto y se da cuenta que su labor es ayudar a su amigo. No solo rescatándolo, sino acompañándolo hasta el final de su misión. De eso se trata ser Sam, es su esencia y no la va cambiar.

DATOS DE LA PUBLICACIÓN ORIGINAL

  • Título original: The Lord of The Rings. III. The return of the King
  • Autor: J.R.R. Tolkien [Reino Unido]
  • Título en español: El señor de los anillos. 3. El retorno del rey
  • Edición original: 1966, George Allen & Unwin Ltd.
  • Edición en español: 2012, Editorial Planeta.

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