Un mundo feliz – Aldous Huxley

Extraño y novedoso. Un clásico de la literatura distópica. Un libro que es señalado por muchos como uno de los textos clave del siglo XX. Huxley explora y propone un futuro basado en el alejamiento de todo individualidad y personalidad, como método infalible para alcanzar la felicidad absoluta.

Por: Jherson Rubén García Danós

Una producción en serie, una línea de montaje, una economía a escala. Eso es lo que es el mundo feliz de Huxley. La producción de seres humanos como una gran operación industrial y condicionamiento psicológico es la que permite una humanidad como páramo de felicidad universal, que evita las disputas y sufrimientos a nivel individual y social. Y si existe algún desliz interno: soma, que para los efectos es lo mismo que droga.

El texto está dividido en tres partes claramente marcadas. Primero, la visita de los estudiantes al centro de acondicionamiento de Londres, en donde se detalla el proceso de creación de nuevos seres humanos, así como su condicionamiento para una aceptación ineludible de su destino (ya prefijado por una sistema de castas claramente marcado). Luego, la descripción sobre algunos personajes que habitan este utópico mundo, resaltando aquellas manifestaciones de individualidad de las cuáles se avergüenzan pues no encajan en lo que se espera de ellos y como, a partir de una visita a una reserva natural, conocen a un joven en un estado “salvaje”. La última parte se centra en las dificultades de este “salvaje” para adaptarse a un mundo totalmente esquemático, huidizo de las emociones y que intenta precondicionarlo (como a todos), a pesar de su negativa a perder contacto consigo mismo.

El texto en sí mismo resulta algo cansado y desconectado. Es evidente que el salvaje representa la rebeldía contra un mundo alienado al extremo, pero, lamentablemente, sus ideas pueden resultar un tanto anacrónicas en la actualidad. Un extremismo místico y la sensibilicería a flor de piel son presentados como valores humanos que deben primar. A nuestro entender, se pierde una oportunidad para remarcar la condición de individuo (entendido como ser libre y capaz de decidir) como lo realmente vital para el avance de la humanidad. En muchas partes del texto el argumento se acerca a ello, como cuando el salvaje menciona que prefiere y quiere sufrir por su errores, pero no logra consolidarse como el argumento central de su comportamiento.

Los otros personajes, como Lenina Crowne, Bernard Marx y Helmholtz Watson son prospectos de rebeldes que jamás se logran consolidar. En diversos estadíos de rebeldía, su participación no es negativa en la aventura, pues refuerzan el peso del condicionamiento psicológico como la real cárcel en la que están metidos todos los seres humanos de este mundo. Sin embargo, no confrontan (salvo Lenina, en un momento muy puntual) la visión de John el Salvaje. Por ende, queda la sensación de oportunidad perdida para ahondar en la real crisis cultural e ideológica que presenta este mundo feliz.

Quizá la mejor escena de la historia sea la visita de Jhon a Linda, su madre, poco antes de la muerte de esta. Aquel suceso es el que detona la crisis de el Salvaje y lo lleva a la confrontación final con esta sociedad tan rígidamente pre definida, personificada en Mustafá Mond, el interventor (o quien sostiene del sistema). Este encuentro desatará todo el drama que concluirá cerrará el capítulo final del libro. Es el mejor momento para explorar el mensaje central que Huxley quiere imprimirnos a través del libro.

El libro también toca otros temas que invitan a la reflexión. Principalmente, el uso de la ciencia y el progreso tecnológico a merced de una lógica industrial fría. La incubación y condicionamiento de los seres humanos está basado claramente en la línea de producción de Ford (quien además es presentado como una especie de dios ante los seres humanos) y las investigaciones psicológicas de Pávlov. La lógica se fundamenta en buscar una despersonalización total, que evite los deseos de superación o individualismo, permitiendo así la ausencia de sufrimiento y ambición; pues se entiende que es ello lo que provoca infelicidad y trae la guerra.

El libro no es malo, pero, como mencioné, da la sensación de haber quedado un poco anacrónico con respecto a los tiempos actuales. Es cierto que Huxley profetiza con cierta claridad algunos avances de la tecnología, pero la realidad actual puede haberlo ya desbordado. Sin embargo, hay que reconocerle su calidad de clásico de la literatura distópica y, como tal, merece la pena ser revisado.

LA CITA

“Actualmente el mundo es estable. La gente es feliz; tiene lo que desea, y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto; está a salvo; nunca está enferma; no teme a la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposas, ni hijos, ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados a modo que apenas pueden obrar de otro modo que como deben obrar. Y si algo marcha mal, siempre queda el soma. El soma que usted arroja por la ventana en nombre de la libertad, Mr. Salvaje. ¡La libertad!”

Capitulo XVI

Contexto: Jhon, el Salvaje, discute con Mustafá Mond, el interventor, sobre la lógica que gobierna el mundo feliz. Lo discute y le señala que los seres humanos de aquel mundo no tienen ni un ápice de personalidad. El interventor le explica que la felicidad que en ese momento gobierna está basada en la estabilidad y la ausencia de todo deseo personal.

DATOS DE LA PUBLICACIÓN ORIGINAL

  • Título original: Brave New World
  • Título en español: Un mundo feliz
  • Autor: Aldous Huxley (Gran Bretaña)
  • Publicación original: Londres, 1932
  • Traducción al español: Ramón Hernández

ENLACES DEL LIBRO

OTROS ENLACES

Un comentario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s