Africanus, el hijo del cónsul – Santiago Posteguillo

¿Cómo un niño puede coronar a una ciudad? ¿Cómo un joven puede encumbrar a una nación? En la oscuridad de una Roma incapaz aún de soñar en lo grande que será nace un niño, un muchacho cuyo destino es otorgarle el mundo a la violenta y brillante ciudad del Tíber.

Este libro es la primera parte de la historia del hombre que hizo posible que Roma sea lo que fue. Aquel que lo puso en línea directa de consagrarse como la más grande civilización de la antigüedad. ¿Conocías su historia? Descúbrela aquí.

Por: Jherson Rubén García Danós

Fratelli d’Italia (hermanos de Italia) / L’Italia s’è desta (Italia ha despertado) / Dell’elmo di Scipio (con el yelmo de Escipión) / S’è cinta la testa (se ha cubierto la cabeza).

Las primeras cuatro líneas del actual himno de Italia evocan la hermandad de los italianos quienes, listos para la batalla, se cubren con el casco de Escipión. ¿Pero quién es este Escipión?, ¿quién es este a quien los italianos actuales cantan como ejemplo de su unidad y bravura? No es un héroe ni precursor de su reunificación; incluso, es posible que él mismo no se considerara un italiano.

Publio Cornelio Escipión, a quién luego la historia recordará como el Africano, fue hijo de una de las familias más importantes de la Roma republicana y uno de lo más importantes generales de la ciudad de las siete colinas. Considerado un ejemplo de ciudadano para sus propios contemporáneos, fue el responsable de que sea Roma y no Cartago quien impusiera su hegemonía en el Mediterráneo del siglo III a.C. Africanus, el hijo del cónsul es la primera parte de su historia.

Santiago Posteguillo, profesor de literatura inglesa en España, presenta a un Escipión como el epítome de los valores de su tiempo. Una característica nada común y que sobresale en algunos pocos hombres capaces de construir la grandeza de una civilización. Su pluma hace que el lector empatice inmediatamente con toda la familia Cornelio Escipión. Primero, con su padre y tío, luego con el aún joven protagonista. A la descripción de la personalidad y acciones de Publio lo acompaña una estupenda narración de los usos y costumbres de una Roma no muy diferente al mundo actual: una ciudad sucia, violenta, miedosa, ansiosa de más poder y temerosa de la venganza de los pueblos que subyugó. Es la escala de valores de los Escipiones la que se torna protagonista, la que se contrapone constantemente a las de sus más grandes antagonistas: Fabio Máximo y Aníbal Barca.

Fabio Máximo es la encarnación de la manipulación. Consumado enemigo de la familia de los Escipiones, Fabio Máximo no duda en usar toda su experiencia política en manejar e influenciar como puede y a cuantos puede. Es la figura del político individualista y egocéntrico, ufanado de su probada inteligencia, pero que no duda en usar todo el cinismo necesario para conseguir sus metas. Él es quien lleva a Roma a la guerra con Cartago, es él quien deja en el abandono a Escipión padre y tío, negándoles cualquier refuerzo cuando estaban en plena guerra en Hispania. Máximo es la personificación del principio maquiavélico de que el fin justifica los medios. Su único objetivo es el poder y la gloria individual. No deja un segundo de pensar en su cometido.

Aníbal Barca, por su parte, es el genio militar que se contrapone al joven Escipión. Es un derroche de inteligencia y liderazgo natural. En él se encarnan la astucia y clarividencia en un campo de batalla. Todas las virtudes de un magnífico general, pero sin una columna moral que dirija sus acciones. Aníbal es un genio inconcluso, un brillante cerebro sin corazón. El hombre más famoso de Cartago es capaz de sacrificar lo que sea por venganza personal, por la obsesión de demostrar que él y toda su familia son por necesidad mejor que cualquier romano. Aníbal no quiere derrotar a Roma, quiere humillarla y arrastrarla hasta oír sus gritos de clemencia. He ahí la diferencia con el Escipión de Posteguillo.

Un arco adicional, pero que se engasta de forma impecable, es la de Tito Maccio Plauto, el clásico comediógrafo de la época que, de forma contradictoria, representa el ascenso de un intelectual desde los estratos más bajos de la sociedad. La historia burlona de un soñador perseverante que encuentra el trabajo ideal a costa de miles de sufrimientos previos y que se conecta de forma casual (pero conveniente) con la familia de Escipión.

El libro es largo, pero la lectura compensa cada página con un sabor a novela de aventuras. Es fácil entrar en los pensamientos de los personajes y en el suspenso de sus tramas. A veces abusa de romanticismos idealizados (como el enamoramiento de Publio y Emilia) o de inferencias excesivamente soñadoras (como un honorable Escipión impidiendo que sus soldados saqueen la ciudad que acaban de conquistar), sin embargo se justifica en función de una novela histórica entretenida y buenamente construida.

Además, cabe resaltar la gran documentación del autor que no afecta la ligereza del texto. Con un glosario en latín, mapas y referencias intelectuales muy bien explicadas y puestas a dominio del gran público, el texto es una novela para todos y que, sin lugar a dudas, satisface no solo a los lectores especializados.

Este es el primero libro de la trilogía que Posteguillo dedicó a la vida de Escipión el Africano, la primera parte de la historia de un hombre que, sin saberlo, coronaría a Roma como la reina del Mediterráneo, cruel emperatriz del mundo conocido y máximo referente de la cultura occidental.

LA CITA

“La gente con miedo se deja conducir dócilmente. Miedo en estado puro es lo que necesitamos. Lo diré con tremenda claridad aunque parezca que hablo de traición: necesitamos muertos, muertos romanos; necesitamos derrotas de nuestras tropas, un gran desastre, que nos justifique, que confunda la mente de la gente, del pueblo, del Senado. Nosotros, en ese momento emergeremos para salvar a Roma.”

Capítulo 31. Una villa romana.

Contexto: Fabio Máximo está conversando con su discípulo Marco Porcio Catón sobre su estrategia para recuperar el poder y control sobre Roma. Máximo ha comprendido genial y frívolamente la dinámica de entre el miedo como el arma más importante para alcanzar el poder. Sabe que Aníbal es su carta de para lograr encumbrarse nuevamente como cónsul y dictador de la República. Espera y confía poder ser el titiritero de esta una nueva guerra.

DATOS DE LA PUBLICACIÓN ORIGINAL

  • Título original: Africanus, el hijo del cónsul.
  • Autor: Santiago Posteguillo (España).
  • Edición original: Ediciones B, 2006

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