Desayuno en Tiffany’s – Truman Capote

La locura de una niña – mujer que llega a enternecer y preocupar hasta el más escéptico de sus vecinos. El extracto de una biografía traviesa de una persona que dice tener mucho, pero tiene cada vez menos. Un encanto de ser humano, tan carismático como contradictorio.

Capote nos muestra la imposibilidad de cambiar de una persona, simplemente porque dicho cambio no se encuentra en el esquema de mental de la misma. ¿De qué hablamos? ¿De quién hablamos? Acompáñanos a descubrirlo.

Por: Jherson Rubén García Danós

¿Cuántas veces ha escuchado el «debes cambiar» de parte de un amigo? ¿Cuántas veces el «debes intentar ser diferente»? Y, ¿en cuántas ocasiones se le hace difícil comprender el cómo ejecutar dicho cambio?, ¿cuánto de lo que hace o deja de hacer depende de las estructuras mentales que usted ha construido a lo largo de su vida y que le hacen imposible concebir alguna transformación como las solicitadas?

Todas las preguntas del párrafo anterior no buscan señalarlo como un testarudo en su forma de ser. Solo como un inconsciente sin intención. Como un ser que ha construido pilares morales y éticos de comportamiento que lo guían de forma rígida, pero irreflexiva, en la mayoría de sus acciones. Únicamente cuando uno es capaz de ser autoconsiente de sus actos es que usted puede operar un cambio interno.

Pero en esta inconsciencia también aparece la ternura. Es así como Capote nos muestra a Holly Golightly, uno de los personajes más coquetos y simpáticos de la literatura estadounidense del siglo XX. Una joven de 19 años que, con una actitud ligera e imprudente, no duda en vivir al límite sus días, bajo el amparo y auspicio de hombres de dudosa reputación.

Nadie puede dejar de amar a Holly, de enamorarse de su extraña mezcla de torpeza y sencillez para resolver sus problemas. De desesperarse por su simpleza para esconder sus conflictos bajo la alfombra; o, de quedarse impactado por su inmediata resolución para llevar a cabo decisiones apenas meditadas.

Esa es Holly, una jovencita hambrienta de un mundo que la mal alimenta con dulces con sabor a dinero, con bocadillos disfrazados de diamantes y como pasteles encubiertos de un estatus social que no tiene. Golightly vive así, pensando que la vida es sencilla mientras no piense en los problemas que tiene u esperando que otros se encarguen de resolverlos por ella.

Capote nos presentó así un retrato tierno y exasperante. Una vida atada a tan poco que casi parece nada; una vida que aparenta libertad, pero más parece esclava de las decisiones y apetitos de otros. Una Holly Golightly que es incapaz de cambiar, a pesar de la insistencia de algunos amigos sinceros a su alrededor. Holly no concibe ninguna necesidad de cambiar. Ahí radica su ser especial, su ser de atracción y repulsión a la vez.

Cabe destacar que Desayuno en Tiffany’s es solo uno de los cuentos que es parte del libro. Existen otros tres cuentos que son una delicia de leer y que también muestran una visión de retrato humanizado que Capote intenta delinear.

Una casa de flores, la historia de una mujer prostituta que decide tomar las riendas de su vida al conocer a la madre de quien se convertirá en su esposo. Una guitarra de diamantes, el relato de un preso que, en un escape frustrado, comprende el valor de una amistad. Y, por último, Un recuerdo navideño, una mujer y un niño huérfano (a quien trata como su hijo) envueltos en una serie de tradiciones navideñas que se rompen cuando el niño crece y debe unirse al ejército.

En todos estos relatos, Capote hace un gran ejercicio por representar de manera muy cercana a personas que, sin ser extrañas, resultan muy particulares. Situaciones muy especiales, pero que fácilmente se pueden encontrar próximas a cualquiera de nosotros.

LA CITA

«Pero, sobre todo, quería hablarle de su gato. Había cumplido mi promesa; le había encontrado. Me costó semanas de rondar, a la salida del trabajo, por todas aquellas del Harlem latino, y hubo muchas falsas alarmas: destellos de pelaje atigrado que, una vez inspeccionados detenidamente, no eran suyos. Pero un día, una fría tarde soleada de invierno, apareció. Flanqueado de macetas con flores y enmarcado por limpios visillos de encaje, le encontré sentado en la ventana de una habitación de aspecto caldeado: me pregunté cuál era su nombre, porque seguro que ahora ya lo tenía, seguro que había llegado a un sitio que podía considerar como su casa. Y, sea lo que sea, tanto si se trata de una choza africana como de cualquier otra cosa, confío en que también Holly la haya encontrado.»

Desayuno en Tiffany’s

Contexto: El narrador (sin nombre) termina el relato encontrando al gato que Holly había abandonado antes de fugar del país. Compara el destino del felino, a quien le ofrece una casa, con la vida que desea para nuestra ya desaparecida protagonista.

DATOS DE LA PUBLICACIÓN ORIGINAL

  • Título original: Breakfast at Tiffany’s
  • Título en español: Desayuno en Tiffany’s o Desayuno con Diamantes
  • Autor: Truman Capote (EE. UU.)
  • Edición original: Random House, 1958.
  • Traducción: Enrique Murillo

Puedes revisar el texto íntegro en PDF haciendo clic aquí.

OTROS ENLACES

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s