¿Pueden los seres humanos cruzar todo límite con tal de que nada contradiga su verdad?, ¿las ansias de mantener el status quo de una vida, de una época, pueden ser más fuertes que la expansión del conocimiento mismo? La búsqueda de nuevos saberes será siempre una afrenta a la realidad del mundo y siempre encontrará quien esté dispuesto a hacer de todo para frenar cualquier cambio.
El nombre de la rosa es una de las más eximias metáforas de este combate eterno. Acompáñame a descubrirlo.
Por: Jherson Rubén García Danós

Sobre los Alpes del norte de Italia, una abadía benedictina de la edad media es protagonista de las luchas de su época. Fray Guillermo de Baskerville y Jorge de Burgos van a encarnizar la confrontación de dos visiones del saber y la compresión del mundo, que tendrá como telón de fondo una de las bibliotecas más importantes de la Europa medieval.
Pero la disputa de Baskerville y Burgos no es la única. En toda la historia, Umberto Eco nos muestra las diversas disputas que ocurrían en aquel tiempo: la del Emperador contra el Papa, la de los franciscanos contra los legados papales (de Aviñón), la que hay entre los mismos franciscanos y sus sectas etiquetadas como heréticas; incluso, las disputas por el poder de la abadía entre los monjes internos, a través de sus nacionalidades. Un cóctel de conflictos humanos que se entrecruzan magistralmente en una novela que tiene de policiaca, psicológica, histórica, además de abundante humor negro.
Cabe destacar que la historia está contada desde la perspectiva de un anciano Adso de Melk, un monje benedictino que en su juventud fue amanuense de Guillermo de Baskerville, y que fuera testigo presencial de los conflictos e intrigas que se desarrollaron en esta abadía. Para la época de la novela, Adso es un novicio estudiante que intenta aprender todo lo que le es posible de parte de Guillermo. Y, aunque a veces no lo comprende, siempre confía en las buenas intenciones de su maestro, mientras descubre la extraña forma de razonar que este tiene.
Guillermo es un monje franciscano inglés eminentemente pragmático. No es un entregado a la fe ciega; sino, un analista deductivo de las cosas que ve, escucha, lee u oye. A partir de ahí, con el planteamiento de hipótesis diversas intenta comprender el por qué de las cosas, sus causas a partir de las consecuencias. Para Guillermo, Dios nos ha dado el razonamiento no solo para contemplar su creación, sino también para comprenderla y descubrirla. En otras palabras, Baskerville es casi un precursor del método científico que, en la edad moderna, se asentará como forma válida para la creación de conocimiento.
Con este enfoque, Guillermo y Adso plantearán una clara afrenta a los sucesos que marcan el inicio de la novela. Convocados para develar el extraño suicidio de un monje, los protagonistas descubrirán más de lo que esperaban, despertando los miedos y temores de los residentes y visitantes de esta abadía.
Por su parte, el anciano Jorge de Burgos representa los tiempos antiguos. La inamovilidad del conocimiento. La vida en tinieblas y únicamente contemplativa. Para Burgos, monje ciego de Hispania, todo lo que vaya más allá de lo revelado por la Biblia es un límite que nadie debe cruzar. Sostiene que Dios ya se ha revelado por medio del libro sagrado y sus profetas. No queda nada más que descubrir. Solo observar y alabar; pero, sobre todo, temer. Pues si el Señor hubiera querido que supiésemos más, él mismo lo habría comunicado a través de sus más fieles seguidores. Quien quiera acrecentar ese conocimiento deberá ser reprimido y castigado, por escapar del plan celestial.
En este contexto, Eco señala a «la lujuria» como la clave para comprender todos los sucesos. Pero no solo la sexual (que está presente), sino también la del conocimiento, la de la riqueza, la de los secretos, la del poder y la del control sobre todo y sobre todos. He aquí la llave para entender las motivaciones de todos y cada uno de los personajes de esta trepidante historia.
Es preciso también destacar que la novela está escrita como si fuera una colección de folios medievales extraviados y que, supuestamente, fueran descubiertos por el autor. Con referencias a autores clásicos y citas en latín, Umberto Eco hace gala de su enorme conocimiento sobre la época. Esto hace que el texto tome una clara verosimilitud, sin necesidad de que el lector sea un especialista en ninguna de estas materias.
Este libro es un claro clásico de la literatura contemporánea. Una excelente novela de conocimiento, pero también de diversión. Un estupendo ejemplar de lo que debe significar un libro: enseñar y entretener.
LA CITA
“Hablo de Jorge. En este rostro devastado por el odio hacia la filosofía he visto por primera vez el retrato del Anticristo, que no viene de la tribu de Judas, como afirman los que anuncian su llegada, ni de ningún país lejano. El Anticristo puede nacer en la misma piedad, de excesivo amor por Dios o por la verdad, así como el hereje nace del santo y el endemoniado del vidente. Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte a muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia. Jorge ha realizado una obra diabólica, porque era tal la lujuria con que amaba su verdad, que se atrevió a todo para destruir la mentira. Tenía miedo del segundo libro de Aristóteles, porque tal vez este enseñase realmente a deformar el rostro de toda verdad, para que nos convirtiéramos en esclavos de nuestros fantasmas. Quizá la tarea del que ama a los hombres consista en lograr que estos se rían de la verdad, lograr que la verdad ría, porque la única verdad consiste en aprender a liberarnos de la insana pasión por la verdad.”
Séptimo Día. Noche
Contexto: Luego de la gran desgracia ocurrida, Guillermo le explica a Adso cuál ha sido el tipo de lujuria que ha tenido Jorge de Burgos. Cómo ese empecinamiento por su propia de visión del mundo lo ha llevado a actuar como actuó. Guillermo, incluso, hace una interpretación de lo que realmente significa el Anticristo.
DATOS DE LA PUBLICACIÓN ORIGINAL
- Título original: Il nome della rosa
- Título en español: El nombre de la rosa
- Autor: Umberto Eco (Italia)
- Edición original: Bompiani, 1980.
- Traducción al español: Ricardo Pochtar
Puedes revisar el texto íntegro en PDF haciendo clic aquí.
OTROS ENLACES
- Reseña del libro en la web Qué Leer
- Artículo sobre el libro en la web del diario El Comercio de Ecuador.
- Película de 1985 de Jean-Jacques Annaud, protagonizada por Sean Connery
- Análisis histórico de El nombre de la rosa (película) en el canal de YouTube de Miguel de Lys.
- Página del libro en Wikipedia
- Página del autor en Wikipedia
