El gran Gatsby – F. Scott Fitzgerald

Una novela de su tiempo. Una nada sutil descripción de aquellos felices (y engañosos) años 20 en el oeste de los Estados Unidos. Gatsby es el arquetipo de hombre que intenta quebrar las convenciones sociales establecidas a fin de lograr sus objetivos personales. Es el que se niega a seguir el ciclo de vida al que los de su clase están condenados, y coquetea con fuerzas que finalmente no podrá vencer.

Scott Fitzgerald es un autor que revela la corrupción del aquel sueño americano. Es un cronista de su época que, con un poco de desorden, expone la sociedad que le tocó observar y sufrir en vida.

Por: Jherson R. García

Nick Carraway encuentra en su vecino Jay Gatsby a un hombre enigmático pero con una atracción insuperable. Nadie sabe de dónde es, nadie conoce sus objetivos, nadie tiene la más mínima sospecha del origen de los fondos para celebrar aquellas enormes fiestas en la casa-castillo que tiene en las cercanías de Nueva York. Hasta etiquetarlo como familiar del káiser Guillermo de Alemania se intenta, pero nada de ello responde al quién es Gatsby.

Será este Carraway quien poco a poco descubra el origen de su estrambótico vecino y, a través de su comportamiento, realice una radiografía puntillosa de la sociedad estadounidense de la primera mitad del periodo de entreguerras. Una sociedad de lujos y excentricidades que, poco a poco, se abría hacia nuevos elementos de las clases sociales emergentes, hacia aquellos unos nuevos ricos constantemente depreciados por las grandes e históricas familias de abolengo.

El autor nos propone descubrir, a través de las relaciones humanas de Gatsby, el cómo los estadounidenses de la época entendían su espacio y tiempo. Un mundo en donde solo existía la ostentación y la apariencia. Gatsby, nuestro protagonista, es un humano sin contenido, únicamente un ser desesperado por proyectar la imagen de hombre exitoso, con la única intención de seducir a un antiguo amor, Daisy Buchanan, que, a pesar de todo, ya se encuentra casada.

Y es que, en la dicotomía entre Gatsby y Tom Buchanan, esposo de Daisy, encontramos el conflicto de la historia. Mientras el primero es un rico de nuevo cuño, labrado al esfuerzo y cuyos negocios turbios le ofrecen los fondos para sostener su derrochador estilo de vida; el segundo es el heredero de una familia rica, despreciativa y con una experiencia de vida siempre cómoda y gratificante. Para Tom, que también tiene una amante, las pretensiones de Gatsby hacia su mujer son irritantes, pero no representan ningún peligro real. Él conoce a Daisy y sabe de su cobardía para, siquiera, pensar en intentar dejar el estilo de vida que él le ofrece. Tom representa aquel status quo casi imposible de trasgredir. Para Gatsby, sin embargo, Daisy lo es todo, y todo lo hace para que ella lo vea como una opción de vida posible. Jay Gatsby, que amó a Daisy desde su juventud, solo quiere tener lo suficiente para conseguir lo imposible: retroceder el tiempo y poder vivir aquello que la pobreza de su juventud no le permitió.

Quizá una crítica a este libro son los tonos algo alambicados que describen las formas y diálogos de Gatsby. Creemos que esto es así porque Scott Fitzgerald hace que el lector observe toda la historia a través, únicamente, de los ojos de un Carraway bastante sugestionado. Esta sugestión lo vuelve un narrador cautivado y confundido por la personalidad del protagonista. Inicialmente, al lector le puede costar asociar los hechos que se suceden o comprender cabalmente las reales motivaciones de los personajes. Debido a que el relato se presenta a través el prisma parcial de Carraway, queda la sensación de que existió mucho más de lo que leemos, una realidad inaccesible producto de un narrador que no ha conocido de dichos sucesos.

Para los estadounidenses, El gran Gatsby es uno de los más grandes libros de su literatura. Un relato descriptivo y detallado de su propia realidad, en un momento determinado. Esta calificación puede no resultar suficiente para otros países. La experiencia de un joven del medio oeste americano, ansioso por escalar socialmente en un contexto algo alejado, puede resultar poco atractivo para el lector actual. Sin embargo, ello no limita a considerar a Scott Fitzgerald como uno de los grandes cronistas de la llamada generación perdida, y Jay Gatsby como un ícono de la cultura de los años 20 del siglo pasado.

La cita

«—Volved a casa los dos, Daisy —dijo Tom—. En el coche de mister Gatsby.

Daisy miró a Tom, alarmada, pero él insistió con magnánimo desprecio:

—Adelante. No te molestará. Creo que se ha dado cuenta de que su flirteo ridículo y presuntuoso se ha acabado.

Se fueron, sin una palabra, excluidos, convertidos en algo insignificante, aislados, como fantasmas, al margen, incluso, de nuestra piedad.»

Capítulo 7

Contexto: Tom ha descubierto que Daisy y Jay Gatsby han tenido una relación amorosa. Sin embargo, luego de expresar su irritación e inicial sorpresa. Desprecia a los amantes, invitándolos a irse juntos, sintiéndose seguro que aún Daisy sienta algo por Jay, eso jamás será suficiente para que ella lo deje ni a él ni el estilo de vida que le ofrece.

Datos del libro

  • Título original: The Great Gatsby
  • Autor: Francis Scott Fitzgerald (Estados Unidos)
  • Edición original: Scribner, 1925
  • Traducción: Justo Navarro

Libro en formato PDF, EPUB o MOBI haciendo clic aquí.

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