El fin del «Homo sovieticus» – Svetlana Aleksiévich

¿Qué sucede cuando el mundo cambia por completo de la noche a la mañana? ¿Cómo afrontar una vida que a la mañana tenía un sentido y a la tarde, otro? ¿Puede el mundo cambiar en tan solo unas horas y volverse diametralmente opuesto? ¿Es posible que los valores que un día estaban en la cima de la moral, a la siguiente jornada se encuentren entre las peores cualidades posibles?

Svetlana Aleksiévich explora el último gran cambio de la realidad política mundial, a través de los hombres y mujeres que sufrieron y sufren, en calles y casas, el traumático cambio de su mundo. Aquellos ciudadanos que al alba pertenecían a la un país llamado Unión Soviética, y que a al atardecer, descubrieron que dicho país simplemente ya no existía.

Jherson R. García

El 26 de diciembre de 1991, el Sóviet Supremo declaró la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Una aventura política que inició en 1917, con la Revolución Rusa liderada por los bolcheviques de Lenin, acababa con la firma de los líderes de las repúblicas que la conformaban. La gran superpotencia de oriente, la que se autoproclamaba pionera en el camino del mundo hacia el comunismo y el fin de la lucha de clases en la historia de la humanidad, había fracasado.

Aleksiévich aplica su estilo de «novela hablada» para recoger los testimonios de aquellos hombres y mujeres que experimentaron el traumático hecho de nacer en un país que de pronto dejó de existir. Personas que se reconocían soviéticas, pero que, de un momento a otro, simplemente dejaron de serlo. Un mundo de austeridad y valores que entronizaban un estilo de vida que, luego de los sucesos de diciembre de 1991, eran considerados errados y calificados de vergüenza.

Cada capítulo del libro entrelaza las historias personales e íntimas de antiguos militares, obreros, empleados, profesionales, campesinos, padres e hijos que pasaron por aquella traumática experiencia. Los recuerdos, unas veces desagradables y otras veces añorados, de un sistema extremadamente controlador y represor, pero que, por otro lado, les ofrecía la una vida casi monótona y segura bajo sus propias reglas.

El libro contrasta aquellos relatos de personas, por lo general jóvenes en 1991, que sintieron la necesidad del cambio en los inicios de la última década del siglo XX. Un socialismo reformado, un socialismo que les permita vivir con más libertad. Un cambio que era representado por un Gorbachov, último presidente de la URSS, que tristemente pasó de ser el símbolo del fracaso de sus reformas. Sin embargo, a pesar de sus esperanzas, estos jóvenes terminaron recibiendo el mazo de un capitalismo brutal para el cual no estaban preparados. De pronto, nada de lo que habían intentado construir servía. La liberalización económica llevó a que todos sus sueños se postergaran, pues ya no importaba qué o quién eras; sino, cuánto ganabas y quién te pagaba. No añoraban la represión brutal de Stalin o Jrushchov que habían sufrido sus padres, solo soñaban con un mundo diferente que jamás llegó.

Por otro lado, estaban los padres de aquellos jóvenes. Seres humanos que se habían acostumbrado a vivir con el miedo y la predisposición de siempre seguir las reglas del régimen. Aquellos que sentían un conflicto interior basado el terror que sentían ante un sistema que castigaba cualquier intento de individualismo, pero que a su vez los cargaba de un espíritu comunal que los hinchaba de orgullo. La tristeza de ver o sufrir los campos de concentración, las traiciones de los amigos cercanos, el peso sanguinario de la represión política y la ritualidad sin fin de ceremonias sin sentido; pero, a su vez, la alegría de saberse vencedores de la II Guerra Mundial, de sentir que sus valores no se guiaban por la acumulación de dinero o los objetivos comprados, sino por el servicio hacia los demás.

En todo lo largo del libro, uno no encuentra etiquetas de bueno o malo hacia los relatos recogidos.  Aleksiévich ha creado un mosaico equilibrado de sensaciones y sentimientos por parte de aquellos que vivieron en carne propia la historia, de aquellos cuya infancia y juventud aprendieron unos valores y formas de hacer las cosas que, en su adultez, descubrieron ya no les eran útiles. Una colección de pequeñas historias, que terminan configurando el real sentido de lo que llamamos Historia.

Un genial texto, testimonio de un hecho que aún define el mundo en el que vivimos. Que nos permite comprender con un detalle profundo las implicancias de un cambio que, desde fuera, es fácilmente calificado y, pero, visto introspectivamente, resulta uno de los grandes dramas de la humanidad.

La cita

«He cambiado mucho, sí… ¿Acaso tengo algún motivo para sentir amor por mi patria? Nos prometieron que la democracia nos haría felices a todos. Que imperarían la justicia y la honradez. Era mentira… El hombre no es más que polvo, un grado de polvo… Lo único que ha cambiado es que ahora las tiendas están llenas de todo. ¡Coge esto! ¡Llévate esto otro! Nunca vimos algo así en el socialismo. Yo no soy más que una humilde mujer soviética… Y como no tengo dinero, nadie me hace caso. Ah, si tuviera dinero todo sería muy distinto. Entonces todos esos jefes de poca monta me temerían… El dinero manda en este país ahora…»

SEGUNDA PARTE. De los muertos que no le hacen ascos a nada y del silencio del polvo. Olesia Nikoláieva, sargento de policía, 28 años.

Contexto: Una madre que perdió a su hija en el conflicto de Chechenia refiere la forma en la que se siente tratada por el actual Estado ruso. Es una mujer que creció bajo la Unión Soviética y que tuvo la esperanza de que el cambio le traería una mejor vida y, sin embargo, solo le ha cambiado las fichas, causando un sufrimiento que no esperaba.

Datos del libro

  • Nombre original: Время секонд хэнд
  • Nombre en español: El fin del «homo sovieticus»
  • Autora: Svetlana Aleksiévich (Bielorrusia)
  • Año de publicación: 2013
  • Traducción: Jorge Ferrer

Puedes descargar el libro en PDF, MOBI o EPUB haciendo clic aquí.

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