Viajes con Heródoto – Ryzard Kapuściński

Viajar en compañía de otro, pero no de cualquier otro, sino con uno que se encuentra a más de un milenio de distancia temporal. En sus viajes por Asia y África, un joven Kapuściński se acompaña del padre de la Historia. En su labor de reportero de un mundo en proceso de descolonización, el periodista polaco se encuentra en paralelo con el esfuerzo de Heródoto de comprender el mundo conocido de su época.

Las barreras culturales e idiomáticas de los años 50 y 60 del siglo XX contemporáneo se contrastan con las (literalmente) murallas que existían durante los siglos V y VI de antes de nuestra era. Kapuściński se conmueve al ver el esfuerzo de un griego de la antigüedad por lograr ser el reportero de su tiempo. Un ejemplo que lo sobrecoge y lo envalentona en sus propios viajes y descubrimientos.

Por: Jherson R. García

Conocido como el padre de la Historia occidental, Heródoto de Halicarnaso es la primera persona conocida que intentó dar un relato razonado y estructurado sobre las hazañas y desventuras de su tiempo, así como de sus causas y antecedentes. Con una postura inconcebible antes de él, este griego de la antigüedad se preocupa en no tomar postura previa sobre los hechos acaecidos, sino en referir claramente las fuentes que refieren sus relatos y a las cuales, en la medida de posible, contrasta con otras narraciones que, a su vez, se ven salpicadas de sus propias impresiones, producto de visitas a los lugares evocados u opiniones generadas por el contacto con hombres y mujeres de todo el mundo mediterráneo de su época.

Kapuściński encuentra en Heródoto su compañero perfecto de viajes. A partir de la lectura de su Historia, el periodista polaco logra desarrollar una motivación que lo acompaña desde sus primeros viajes a la India y China, y a África después. En la incomprensión que siente ante esos pueblos y sus estructuras culturales (expresado principalmente en su idioma), el autor no logra sino asombrarse de que Heródoto, aún más en su época, haya concebido siquiera el intento por describir la historias de pueblos tan disímiles entre sí, como los griegos, persas, escitas y fenicios. No porque se encontraran desconectados (que lo estaban por temas comerciales), sino porque nuestro griego concibe, y logra demostrarlos muchas veces, una vinculación y similitud latente entre ellos. Kapuściński entiende que, para el viajero de Halicarnaso, el mundo es de los hombres y que, a pesar de sus aparentes diferencias, estos hombres son más parecidos entre sí de lo que ellos mismos imaginan.

Pero, ¿cómo comienza toda esa búsqueda del otro y lo otro? Pues para Kapuściński y Heródoto, este primer paso se encuentra en el paso psicológico que significa cruzar una frontera. Primero, la entendida como una barrera imaginaria trazada por motivos políticos con necesidad de separación y diferencia; pero luego, comprendida como aquella atracción por incrustarse en un mundo diferente al conocido: un mundo en donde las personas hablan de otra manera, celebran de otra manera, ríen de otra manera y viven de otra manera. Maneras que no son sino distintas, pero valiosas y que, en paralelo, a pesar de su diferencia, guardan las mismas intenciones. Como aquel valioso del lenguaje corporal entre personas que no hablan el mismo idioma y que viajan juntas a través de un África atravesada por cruentas guerras civiles; o las curiosas explicaciones sobre el origen de dioses tan similares, tanto en el desierto egipcio como en las montañosas zonas de la Grecia continental.

La otredad del ser humano llevada a la máxima expresión a través de un joven polaco, incapaz de hablar inglés en la India o mandarín en China, y que debe reportar los sucesos que está definiendo la historia del mundo contemporáneo; o la insistencia de un griego que solo sabía su idioma natal (hasta donde se sabe), pero que aun así intenta descubrir las razones por las que un imperio tan gigantesco como la Persia de Darío o Jerjes se enfrenta a las minúsculas ciudades estado de la Hélade en el siglo V a.c. Esa otredad que no debe transformarse en una barrera que ocasione (fácilmente) el conflicto y rechazo, sino en una motivación para ampliar los horizontes de las miras humanas y así involucrarnos aún más en su entendimiento y, con ello, a nuestra propia autocomprensión; pues, en ese escarbar lo otro se encuentran los contextos y coyunturas que hacen posible o imposible el accionar de los hombres. Como aquella concepción del mundo que provoca el increíble número de tribus y clanes en el África subsahariana, y que los divide y subdivide hacia el potencial infinito; o como el choque violento de mentalidades entre unos persas esclavizados por un hombre al que consideraban dios, en contraposición con unos atenienses acostumbrados a la pelea mutua por causa de expresar constante de sus individuales pareceres.

El libro de Kapuściński no solo es un texto de viajes y recuerdos de sus experiencias por África y Asia; sino también, un manifiesto de esa otredad como el verdadero viaje mental. Ese descubrir al otro como meta del camino de la curiosidad, cualidad máxima de la naturaleza humana.

La cita

«Y Heródoto, con su entusiasmo y apasionamiento de niño, parte en busca de esos mundos. Y descubre algo fundamental: que son muchos y que cada uno es único e importante. Y que hay que conocerlos porque sus respectivas culturas no son sino espejos en los que vemos reflejada la nuestra. Gracias a esos otros mundos comprendemos mejor a nosotros mismos, puesto que no podemos definir nuestra identidad hasta que no la confrontamos con otras.»

El descubrimiento de Heródoto

Datos del libro

  • Título original: Podróze z Herodotem
  • Título en español: Viajes con Heródoto
  • Autor: Ryzard Kapuściński (Polonia)
  • Año de publicación: 2004

Puedes descargar el libro en versión PDF, MOBI y EPUB

Otros enlaces

Note in English

Travels with Herodotus

As a journalist, Ryszard Kapuściński traveled to a lot of places. From India and China to Ethiopia and Algeria, the Polish journalist knew different people and cultures that impressed him. On these travels, Kapuściński always went with Histories, the book written by Herodotus in V century B.C. Following his reading, the author finds motivation and inspiration in Herodotus’s efforts to understand the ancient Mediterranean world. Kapuściński compares that with himself, who has to face many challenges in describing the conflicts and realities of his time. The principal theme of this book is not the travels but the comprehension of people from other cultures. A quality that can help us to understand better all humanity.

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