¿Es el Perú una nación de ideas radicales? ¿Es la sociedad peruana proclive a una cíclica manifestación de desbordes populares violentos? ¿Qué subyace en ese conjunto de estallidos sociales que, cada cierto tiempo, aparecen en el Perú como una cadena de episodios impactantes y hasta sangrientos que parecen no tener fin?
José Luis Rénique ha realizado una compilación de ensayos, artículos y resúmenes (muchos de ellos inéditos) que se configuran como la historia de aquella idea de «nación radical». Un conjunto de explicaciones que, conectadas por este concepto, denotan el derrotero del radicalismo en el Perú y nos permiten comprender, en parte, los dramas y tragedias que aún hoy acompañan a este país andino.
Desde su configuración como nación independiente, cada cierto tiempo en el Perú se producen violentos estallidos sociales. Cientos de pérdidas humanas que, en conjunto con las económicas, son la principal consecuencia de un círculo vicioso que parece no tener fin. No importa cuantas veces el contexto internacional ofrezca ejemplos de superación de problemas nacionales intrínsecos, en el Perú (como en la mayoría de países de la región) los conflictos entre las distintas clases sociales y económicas parecieran no superarse jamás. Aunque con tamaños y alcances variados, estos conflictos reflejan la enorme fractura nacional que acompaña a los peruanos, quienes parecen incapaces de reconocerse como iguales entre sí.
Es en este sentido que Rénique nos invita a repasar las más importantes expresiones de radicalidad que, con base en este grito por la inclusión, acompañan a este país desde su nacimiento. Desde la experiencia de Juan Bustamante durante el movimiento indígena de Huancané a fines del siglo XIX, hasta las expresiones de violencia criminal llevadas perpetradas por el grupo terrorista de Sendero Luminoso. Agrupado en seis secciones, el texto nos ofrece una visión de estas ideas radicales que buscaban «incendiar la pradera».
Cada idea con distinto objetivo político, pero todas fundamentadas en el mismo combustible: la ansias de visibilidad e integración real de la gran población indígena y mestiza que es parte del país, y que se siente excluida en su desarrollo y mejora de la calidad de su vida.
Figuras importantes en la historia de las ideas del Perú son protagonistas del libro: Manuel González Prada, precursor del anarquismo peruano e inmortalizado en su famoso discurso del Politeama; Luis Valcárcel, uno de los iniciadores del indigenismo peruano en los años 20; Jose Carlos Mariátegui, fundador del socialismo nacional y uno de los intelectuales con mayor influencia en el Perú republicano; Luis de la Puente Uceda, quizá el primero en iniciar una guerrilla peruana tomando como referencia los movimientos comunistas durante el periodo de la Guerra Fría; y, Alberto Flores Galindo, historiador incansable para explicar y comprender la llamada «utopía andina», entre otros. A ellos, se le suman las expresiones literarias de Ciro Alegría y su famosa El mundo es ancho y ajeno; Enrique López Albújar con sus Cuentos andinos; José María Argüedas con Todas las sangres, además de otros autores que también reflejaban parte de estas ideas radicales. Anarquistas, indigenistas, socialistas, comunistas (en todas sus subcategorías) se compilan en estos ensayos en los que Rénique vislumbra esa tendencia al radicalismo que acompaña a un sector importante de la población peruana.
La lucha por el «verdadero Perú», por los «auténticos peruanos», principalmente aquellos que se ubican en la zona andina del territorio, fuera de los focos urbanos (especialmente de Lima), es una constante que se enarbola en los que portan esta idea radical. El contar lo que consideran «su verdad» y que, en su opinión, debería entenderse como «la verdad de la Nación», se transforma en una necesidad insoslayable y que pareciera encontrar en la violencia la única forma de expresarse y ser tomada en cuenta: una tragedia histórica que se repite cada cierto tiempo sin que nadie parezca encontrar manera alguna de solucionarla.
Lo que nos muestra el libro de Rénique es que la tendencia al radicalismo en el Perú se mantiene por las reales brechas sociales en las que vive gran parte de la población y que persisten en el tiempo, aun a pesar de los estallidos sociales que ocurren. Un círculo vicioso alimentado por líderes políticos que, sobre situaciones de abandono económico y social innegables, fustigan la confrontación entre connacionales; pero, cuando estos mismos líderes alcanzan situaciones de poder real, solo ofrecen paliativos para intentar mantener contenta a la población. Intentos que, en su mayoría, fracasan por no atacar las condiciones estructurales de inequidad que existen en el país e iniciando, tarde o temprano, un nuevo ciclo de radicalismo que caerá sobre las mismas condiciones y reclamos.
La confrontación entre peruanos no parece tener fin mientras no se supere la visión de desigualdad que acompaña a la mayoría de los ciudadanos. Esa necesidad obsesa de algunos por decir que son más peruanos que los otros, como si el desarrollo fuera posible únicamente de una manera y no deba incluir a todos. Esa pulsación de ver enemigos entre los que piensan distinto y etiquetar como traidor (o terrorista / fascista) a todo aquel que no elija su bando. El mundo maniqueo en el que viven los peruanos de todas las regiones, estratos económicos, profesiones y edades es lo que hace este país no encuentre la salida, la arrogancia de insistir en que «solo con una idea (la mía) podrá el Perú ser un verdadero país.»
El libro de Rénique es una gran contribución para entender la realidad política que acompaña al Perú desde sus orígenes y que permite comprender mucho su situación actual. No solo se queda en las grandes explicaciones y elucubraciones teóricas, sino que aterriza y busca, en los relatos y fuentes directas, lo que significaban esas ideas en la práctica para los hombres y mujeres que decidieron asimilarlas. En cada página aparece ese idealismo utópico (a veces hasta infantil), pero que, en su radicalidad, forma parte innegable de la historia de este país.
La cita
III – 9. La izquierda guerrillera: epílogo tupacamarista – ¿Revolución en la Revolución?«Recordar la tierra podía ser un mínimo de alivio de las miserias de la cotidianeidad. Añorábamos a la familia, amigos del barrio, la comida, el chifita, el cebichito, el riquísimo juane o la cecina con tacacho como diría García. ¿Habría recompensa, alguna vez, por todo aquello que, sin quererlo se había vivido? Mientras un compañero soñaba que «cuando triunfáramos pediría ser ministro de estado o embajador» otro aspiraba a ser «un gran jefe militar.» Y un tercero se consolaba pensando que, «si moríamos (…) tendríamos monumentos en alguna plaza o alguna calle llevaría nuestro nombres». Y si caíamos presos, pues con la victoria «nos liberarían como héroes». Que aunque no tuviese cargo, comentaría otro, que le bastaba que «a esos ricos le quiten una mansión y me vaya a vivir allí». ¡Eres un pequeño burgués, un oportunista!, responde otro entre risas. La pregunta era ¿cuántos años faltarían para el triunfo, 20 o 30 años? ¿Se justificaba -con tamaña incertidumbre- seguir confiando en los dirigentes? ¿No nos estarían utilizando para luego aprovecharse de la coyuntura y par buscar ser senadores, diputados, congresistas? Si de algo estaban «todos conscientes», sin embargo, era «que estaban en un gran lío». Que todo lo que hacían era un gran sacrificio, no solo de ellos sino también de su familia. Y que nadie estaba seguro si valdría la pena. ¿Sería acaso un tema de formación ideológica?»
Contexto: El relato de Sístero García Torres, un peruano que era parte del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), y que fue enviado por la dirigencia como parte de un grupo de apoyo para colaborar con las acciones del M19 colombiano en 1986. Una experiencia que fue promocionada como una muestra de la unidad latinoamericana de pueblos sometidos; además de una gran experiencia de combate para los guerrilleros peruanos, era en realidad una tortuosa y miserable supervivencia en la selva del país cafetero, sometidos a combates directos con fuerzas armadas regulares que, preparadas mental y logísticamente, enfrentaban a un grupo de soñadores sin preparación alguna. Una muestra la futilidad que alcanzan las ideas alimentadas de sentimientos válidos, pero que solo intentan ser llevadas a cabo con sueños antes que con acciones concretas y racionales.
Datos del libro
- Nombre del libro: La nación radical. De la utopía andina a la tragedia senderista
- Autor del libro: José Luis Rénique (Perú)
- Edición: La Siniestra Ensayos, de Estación La Cultura (2022)
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Otros enlaces
- Entrevista al autor con motivo de la publicación del libro en el diario La República
- Entrevista al autor con motivo de la publicación del libro en el canal de YouTube de El Arriero
- Entrevista al autor, vinculado a la publicación del libro, en el canal del Grupo Editorial La Cultura
- Página del autor en el sello editorial de La Siniestra Ensayos
