El amor en los tiempos del cólera – Gabriel García Márquez

A orillas del río Magdalena, en el Caribe colombiano, entre el bochinche, el calor soporífero y las oleadas del cólera; una de las más grandes e impactantes historias de amor del mundo cobra lugar. A través de las vidas de Florentino Ariza y Fermina Daza se transita toda la ansiedad, efervescencia, ebullición, ternura, tristeza, lamento, paciencia y fuerza que tiene el amor en un ser humano real. Cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches que, constreñidos en un libro, enseña más del amor que todos los manuales y estudios que existen sobre el tema.

En la pluma de García Márquez se gesta un relato que alcanza la altura de mito. La destreza del nobel colombiano expresando en aquel realismo mágico de la literatura hispanoamericana que seduce como un selva amazónica, y que conecta con los deseos y la curiosidad más enraizada del pensamiento: el éxtasis de una lectura.

Por. Jherson R. García

Es poco lo que se puede agregar a García Márquez y el hermoso canto al amor que representa esta novela. No solo el amor pasional de la juventud, sino el razonado y maduro de la ancianidad. La historia de Florentino y Fermina es el viaje del amor en la vida de personas reales, desde el desbocado apasionamiento adolescente hasta la mirada crepuscular en una vejez que pugna por ser sensata. En las páginas de este relato, no solo está expresado el simplismo de un beso, una caricia o una noche de pasión; sino que se encuentra detallada la complejidad misma de la vida, de aquellos impulsos justificados e injustificados que nos arrojan a tomar decisiones, mientras damos vueltas y contra vueltas que nos son imposibles de evitar.

Ambos personajes principales muestran la autenticidad del amor, el sentimiento que a veces se confunde con otros, revolviéndose y haciendo complicada todo intento de comprensión. Fermina lo confunde con la seguridad, la estabilidad y tranquilidad que le da un matrimonio exitoso como el sostenido con Juvenal Urbino, un hombre que la ama y con quien comparte sus mejores años. Los viajes al extranjero, la bendición de los hijos, la inalterabilidad de un hogar, la rutina casi siempre constante, que solo se ve salpicada por los choques de carácter entre ambos y que, poco a poco, se apaciguan en pos de una paz lo más duradera posible. ¿Cómo negar la entrega de Fermina por el doctor Urbino, si ambos se han dado todo lo que tenían?, ¿cómo dudar del sentimiento de apego real entre quienes han compartido tanto que hasta parecen vivir una misma vida?

Por otro lado, Florentino jamás confunde su amor y no deja que lo mundano de la vida lo manche. Cazador empedernido de mujeres con necesidad de afecto, a las cuales no engaña ni dejan que lo engañen. En su derrotero entendemos claramente la diferencia entre lo sexual y lo amoroso, entre la pasión y el amor verdadero. No importa las mujeres que Florentino encuentre, él casi siempre logra el cometido de acostarse con ellas, porque es capaz de racionalizar cada una de las formas de convencerlas para que dejen llevar por sus pasiones. Y ellas lo aceptan porque saben que él jamás les pedirá amarlo, ni dejar a sus familias, ni sus estilos de vida. Porque él las quiere, pero no las ama. No desespera, pues no teme fallarles. Su corazón está realmente protegido ante toda tentación, ya que Fermina habita en él como única luz capaz de iluminarlo y alterarlo todo.

Ellos viven amándose, aunque no lo aparentan por ningún lugar. Soterradamente, el amor de uno por lo otro los mantiene vivos y hace que trasciendan todas las otras historias que se cruzan en su camino. Aun Fermina, que pareciera poder vivir sin Florentino, sabe en el fondo que solo está distraída debido al papel que debe cumplir en un matrimonio ejemplar; y que, en el momento de la separación con el esposo, el amor destellante de Florentino aparecerá para remover e inundar sus pensamientos. Ello no significa que Fermina no quiera ni respete a su esposo, ni siquiera que desee estar lejos de él (pues no sabría qué hacer sin su compañía); sino que, en el fondo, es consciente de que el amor es solo aquello que realmente trastorna la vida en un sentido u otro, aquello que te deja impávido y desarmado. Y eso no lo tiene con el esposo.

Florentino sí es consciente del impulso que le brinda el amor de Fermina, y solo a una cosa le teme: a la muerte. Que los días se conviertan en años y el devenir de los mismos lo empujen a esa condición mundana de la que no podemos escapar los seres vivos. Florentino sabe que solo la muerte podría evitar que algún día logre estar con la única y verdadera mujer capaz de hacerlo cambiar toda su vida. Cada noche, cada conquista, cada amanecer con una mujer diferente se transforma en la oportunidad de borrar a Fermina de su mente y poder vivir una vida distinta, incluso él lo intenta a conciencia, pero su alma no le obedece. Su vida se alumbra con aquel amor adolescente que madura junto a él, y jamás lo abandonará. Al final, se rinde al entender que su existencia solo encontrará sentido en la compañía del ser amado o dejará que sea la muerte la única que puede prohibirle esa alegría.

Se podría inundar páginas de referencias y sabiduría que exhala la historia, pero sería quitarle a cada lector la oportunidad de descubrir realmente qué significa el amor verdadero.

La cita

«Florentino Ariza desarrolló métodos que parecían inverosímiles en un hombre como él, taciturno y escuálido, y además vestido como un anciano de otro tiempo. Sin embargo, tenía dos ventajas. Una era un ojo certero para conocer de inmediato a la mujer que lo esperaba, así fuera en medio de una muchedumbre, y aun así las cortejaba con cautela, pues sentía que nada causaba más vergüenza ni era más humillante que una negativa. La otra ventaja era que ellas lo identificaban de inmediato como un solitario necesitado de amor, un menesteroso de la calle con un humildad de perro apaleado que las rendía sin condiciones, sin pedir nada, sin esperar nada él, aparte de la tranquilidad de conciencia de haber hecho favor. Eran sus únicas armas, y con ellas libró batallas históricas pero de un secreto absoluto, que fue registrando con un rigor de notario en un cuaderno cifrado, reconocible entre mucho con un título que lo decía todo: Ellas. La primera anotación la hizo con la viuda de Nazaret. Cincuenta años más tarde, cuando Fermina Daza quedó libro de su condena sacramental, tenía unos veinticinco cuadernos con seiscientos veintidós registros de amores continuados, aparte de las incontables aventuras fugaces que no merecieron ni una nota de caridad».

Contexto: Florentino comienza una vida sexual bastante activa y diversa. A pesar de sus intentos iniciales por guardarse casto para Fermina, termina siendo un conquistador implacable. Curiosamente, logra esto por su amor a Fermina, ya que, al estar enamorado de una persona específica, esto le permite racionalizar las maneras para acercarse a mujeres que realmente aceptarían tener un affaire íntimo con él. Él no le exija nada a sus amantes y, además, les brinda la seguridad real de que la aventura no terminará en un escándalo. Eso se explica, pues Florentino solo está enamorado de Fermina, por ende, no tiene ningún temor ni sentimiento que lo trastorne emocionalmente. No hay miedo de fallarle a alguien a quien no se ama.

Datos de libro

  • Nombre original: El amor en los tiempos del cólera
  • Autor: Gabriel García Márquez
  • Publicación: 1985

Puedes descargar una versión en PDF, MOBI o EPUB del libro, haciendo clic aquí.

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